Internet es un recurso increíble, pero ha creado una sociedad basada en la información que a menudo está plagada de excesos. En los mercados financieros, a menudo experimentamos ese exceso en forma de sobrecarga de información y de una baja relación informativa señal-ruido.
¿Qué es la “sobrecarga de información”? Inicialmente popularizada en el libro de Alvin Toffler, Future Shock, este concepto hace referencia al efecto perjudicial en la comprensión y la toma de decisiones que el exceso de información puede tener sobre nosotros. Es una forma de sobrecarga sensorial que puede conducir a la desorientación. Toffler sugirió que la precisión de nuestras predicciones se reduce cuando los individuos se enfrentan con situaciones e inputs que varían rápidamente y de forma irregular. En diversos tests realizados se comprueba que la toma de decisiones se ve afectada debido a nuestra incapacidad para hacer evaluaciones adecuadas a causa del ritmo y el volumen de los inputs. Es bastante obvio que si un exceso de información puede ser tóxico, entonces nosotros, como inversores individuales, deberíamos revisar a fondo la manera en que consumimos y utilizamos la información.
Internet ofrece un tesoro de datos que requiere filtrado y su transformación en información, que a su vez necesita ser cultivada para convertirla en conocimiento, que puede conducir a la comprensión y en última instancia, la sabiduría. Para los inversores y traders, lograr ese alto nivel de comprensión, y tal vez incluso la sabiduría, es un reto distinto hoy en día debido a la gran cantidad y calidad desconocida de los datos disponibles.
Los tests psicológicos indican que no es sólo abrumadora la cantidad total de información disponible. La frecuencia de los datos disponibles en los mercados financieros presenta una toxicidad añadida debido a un efecto de comportamiento denominado “aversión a la pérdida”. Los seres humanos experimentan una pérdida con un efecto negativo sobre nosotros que es equivale a 2,5 veces el efecto positivo de una ganancia. Los neurocientíficos han teorizado que las conexiones en nuestro cerebro desde lo emocional a lo cognitivo son más fuertes que a la inversa. Así que este efecto multiplicador puede ir dramáticamente en detrimento de nuestra confianza si supervisamos nuestra cartera con demasiada frecuencia. Incluso si usted tiene una alta probabilidad de éxito – por ejemplo más del 90% – sobre una base anual, en intervalos más cortos de seguimiento la probabilidad de experimentar un éxito disminuye, a poco más de un 50% en un minuto dado. Así que eso significa, estadísticamente, que usted va a experimentar más decepción si supervisa su cartera más a menudo – y con un ratio de dolor vs. placer de 2.5 – usted está pidiendo mucho más dolor cuando supervisa su cartera en exceso. En los mercados financieros, el mantra “Sin dolor no hay ganancia” no aplica.
Otro problema con Internet se refiere a la calidad de la información. Con tanta información de tantas fuentes dispares, se hace más difícil establecer la confianza y la reputación, por lo que la desinformación (la difusión de información falsa intencionadamente para confundir deliberadamente e inducir a error o engaño) es también un peligro. Los esquemas para hacerse rico rápido que anuncian “Gané 6.457.00 dólares en un año de trading con el método XYZ!” me vienen a la mente.
RELACIÓN SEÑAL-RUIDO
El ruido es tóxico. Y las pruebas han demostrado que nos aferramos a nuestras ideas. Una vez que nos encontramos con una hipótesis, correcta o no, tardamos en cambiar de idea. Si basamos nuestra decisión desde el principio en algo de ruido, y no en información válida, ello nos puede conducir a un error inicial en nuestro juicio. Una vez que nos movamos por el camino equivocado, hay costes sustanciales para revertir la situación ya que estamos predispuestos a no admitir nuestros errores y vamos a aferrarnos a nuestras malas decisiones. Tal perseverancia forma parte de la naturaleza humana – no nos gusta admitir errores.
El efecto adverso de una baja relación señal-ruido en el valor de la información está bien documentada. Dado que se nos presentan noticias de forma continua, a veces pondremos demasiado énfasis en el ruido, confundiéndolo con información valiosa. Para controlar esto, se puede leer un resumen de noticias una vez por semana en lugar de con más frecuencia, lo que conduce a un mayor grado de filtrado del ruido y, por lo tanto, un mayor contenido de calidad de la señal. Twitter, el periodismo sensacionalista y otros fenómenos de redes sociales modernas exhiben un alto grado de ruido. Lo que da miedo es que las pruebas han demostrado que estamos predispuestos hacia un mayor grado de confianza si estamos recibiendo más aportaciones, independientemente de su calidad informativa. Esto depende de la reciente adopción en nuestras sociedades de un enfoque materialista “más es mejor” en todos los asuntos – incluyendo en la información.
Con tanta información en nuestra vida cotidiana o dentro de nuestras actividades de análisis de inversión, deberíamos echar un vistazo a un libro de diseño de software. Para procesar información con ordenadores, los programadores crean filtros complejos para descubrir la señal dentro del ruido. Una vez que la señal se pone al descubierto, se pueden encontrar con mayor facilidad los eventos utilizando sistemas de reconocimiento de patrones a través de los controladores de eventos.
CISNES NEGROS
Un Cisne Negro es un caso atípico en términos estadísticos que tiene consecuencias extremas. Aunque no sea previsible, muchos estudios después del hecho nos permiten obtener explicaciones para el suceso atípico – dando cierto grado de predictibilidad al fenómeno que habría considerado inconcebible con antelación. La caída del mercado financiero en otoño de 2008 se considera un ejemplo clásico de Cisne Negro. Pocos la vieron venir, pero ahora vemos a menudo a “expertos” que muestran un sesgo de intensa retrospectiva – el clásico “Yo sabía que iba a pasar” -.
Una manera segura de evitar la sobrecarga de información es ignorar todo el ruido y sólo escuchar la señal. ¿Cómo esperamos cazar la señal, ignorando el ruido? Tal vez usted debe confiar en un experto, tal vez incluso pagarle una importante comisión por el asesoramiento. Antes de la era de Internet, no teníamos realmente un problema de sobrecarga de información. Los expertos tenían toda la información – y no lo compartían con las masas. El problema de depender de experto(s) es que han demostrado ser tan susceptibles a los Cisnes Negros como el resto de nosotros.
EXPERTOS VERSUS LA MASA
En su best-seller “Outliers”, Malcolm Gladwell estudia algunos de los fenómenos atípicos humanos. Nos vienen a la mente personas tales como los deportistas de éxito. Gladwell señala que para convertirse en un experto, la persona debe dedicar un mínimo de 10.000 horas en su disciplina. Para aquellas personas que han tenido un gran éxito, si echamos la vista atrás en sus orígenes, a menudo encontraremos el mejor caldo de cultivo para alcanzar rápidamente esas 10.000 horas, lo que les pone por delante de sus compañeros. Esa ventaja inicial a veces puede ser abrumadora e insuperable para los competidores.
Pero Nassim Taleb, el autor de “The Black Swan”, afirma que los expertos, debido al tiempo y concentración requeridos para lograr un nivel de experiencia, se convertirán en personas estrechamente centradas de valor limitado dentro de sistemas complejos de toma de decisiones. En un interesante estudio, el psicólogo James Shanteau descubrió que algunas disciplinas tienen expertos y otros, debido a su naturaleza muy fluida y transitoria, no admiten la existencia de expertos por mucho tiempo. Esto sugiere que los expertos sólo pueden sobrevivir en disciplinas donde los cisnes negros son intrascendentes: pensemos en maestros de ajedrez, jueces de patinaje artístico y astrónomos – ¿alguien realmente se lastima en estos campos? En las finanzas, donde puede ocurrir un Cisne Negro una o más veces dentro del plazo de 10.000 horas necesario para conseguir una amplia experiencia, y tiene consecuencias extremas en los ahorros de la gente, rara vez vemos expertos sobrevivir durante mucho tiempo.
Taleb pasa a sugerir que no siempre necesitamos cuestionar la experiencia ofrecida, sino que tenemos que cuestionar la tasa de error de los expertos. Un experto con exceso de confianza, o uno con una falta de apreciación de su propia tasa de error, es un experto peligroso.
En el siglo XXI ha aparecido una especie de teoría de la toma de decisiones anti-expertos. The Wisdom of Crowds, un libro de James Surowiecki, popularizó el concepto. Numerosos intentos, algunos con éxito, otros no, se han hecho para beneficiarse de la sabiduría colectiva de la masa. Sistemas complejos de minería de texto complejos explotan Internet mientras usted lee esto, tratando de descifrar las noticias, blogs y otras posibles fuentes del sentimiento de los inversores por la sabiduría colectiva. Por desgracia, la sobrecarga de información y los desafíos de la relación señal-ruido conducen a obstáculos similares cuando intentan obtener sabiduría de grandes cantidades de datos de las masas utilizando métodos automatizados.
INTELIGENCIA PROCESABLE
y los Espías entre Nosotros La comunidad de la inteligencia ha adoptado un enfoque diferente a la información. Por razones de seguridad nacional, la recolección de inteligencia tiene que ver con evitar Cisnes Negros.
A diferencia de los mercados financieros que contienen una gran cantidad de datos estructurados disponibles a la venta o gratuitamente, el negocio del espionaje depende en gran medida de la recopilación de información no estructurada. Ambas comunidades tienen a su disposición grandes cantidades de datos en tiempo real, con las infraestructuras sofisticadas de información que alimentan herramientas de análisis y visualización que mejoran la cognición humana. El objetivo tanto en las comunidades financieras como de inteligencia es generar inteligencia procesable – información que facilite una oportuna toma de decisiones en condiciones de incertidumbre.
Los espías tienen un concepto llamado “crear sentido”, esto es, la capacidad de crear conciencia de la situación o “generar sentido” de una situación ambigua o altamente compleja. Cuando evaluamos oportunidades de inversión, estamos llevando a cabo un ejercicio de creación de sentido para mejorar nuestras decisiones.
CONCLUSIÓN
La comprensión de la sobrecarga de información y su efecto sobre nosotros es importante para los inversores y traders. Tenemos que ser más conscientes de algunas de las debilidades humanas que afectan a nuestros juicios. Mediante el uso de herramientas que controlan y filtran el flujo de datos, podemos esperar que generemos una inteligencia más procesable, aumentar nuestro flujo de ideas de trading, y añadir alguna estructura a nuestra operativa. Si empezamos por desarrollar de una manera sistemática para optimizar el flujo de ideas, entonces ese enfoque se puede controlar posteriormente para mayor eficacia.
Si usted es un inversor principiante, le habrán aconsejado bien si le han dicho que empiece a realizar un seguimiento de todas sus actividades relacionadas con el trading – incluyendo las propias operaciones en sí – en un diario de negociación. Este es un primer paso importante para desarrollar una metodología de negociación autosuficiente, estructurada, controlable y mejorable.