El ISM es un indicador adelantado de confinaza empresarial que puede ser de gran utilidad en complemento con otros indicadores

No llega a tener la misma importancia que su hermano mayor, el ISM manufacturero, quizá por su menor histórico. A pesar de lo anterior, este indicador adelantado de confianza empresarial es de los más seguidos por el mercado. De hecho, en Estados Unidos, el sector servicios representó cerca del 75,0% del total del PIB en 2010. El ISM no manufacturero dibuja brevemente cuál es el sentimiento en este sector. Así, lecturas sobre 50 indican expansión del sector servicios y lecturas inferiores, contracción (del mismo modo que el ISM manufacturero con el sector manufacturero). Cabe recordar aquí, que, al igual que ocurre en el caso de su hermano no manufacturero, si bien lecturas por encima o por debajo de 50 indican expansión o contracción del sector servicios, lecturas por encima o por debajo de 42 indican expansión o contracción de la economía en general.

La institución encargada de la encuesta del ISM no manufacturero es el Institute for Supply Management (www.ism.ws). Se publica el tercer día hábil de cada mes a las 16:00, hora de España. Hasta 2001 este índice recibía el nombre de NAPM no manufacturero (Asociación Nacional de Gestores de Compras). Como comentábamos antes, este indicador tiene un menor histórico que el ISM manufacturero. Así, se publica desde julio de 1997. El valor máximo de la serie desde entonces ha sido 62, en agosto de 1997. El mínimo se produjo en septiembre de 2008: 37,2.

A pesar del menor impacto para el mercado frente al de su hermano mayor, éste sigue siendo importante. Como podemos ver en el próximo gráfico, el dato del ISM no manufacturero compensa parcialmente el impacto en el futuro del S&P de un mal dato de empleo.

El ISM no manufacturero se calcula a partir de una encuesta realizada a más de 370 empresas, diversificados por la aportación de cada sector al PIB. Entre los sectores se incluyen algunos como el financiero, aseguradoras, real-state, comunicaciones y utilities. En dicha encuesta se pregunta a los gestores de las empresas cómo consideran que va el mes respecto al anterior con respecto a todos los indicadores medidos (nuevos pedidos, retrasos, exportaciones, importaciones, producción, entregas, inventarios, inventarios de clientes, empleo y precios). Los gestores responden igual, mejor o peor. Una vez están los resultados, se calcula el índice, sumándole el total del porcentaje de los que contestan “mejor” a la mitad del porcentaje de los que han respondido “igual”. Por último el resultado se ajusta estacionalmente. El dato al que el mercado presta más atención será el NMI. El NMI es el dato particular al que se conoce generalmente como ISM no manufacturero. Se compone de los subíndices de nuevas órdenes, actividad, empleo, entregas e inventarios. Todos ellos ponderan con el mismo peso.

Además de los subíndices anteriores, junto con el NMI se publican los siguientes: precios, órdenes atrasadas, exportaciones, importaciones y de expectativas de inventarios. En todos ellos, lecturas sobre 50 significan aceleración y bajo 50 contracción de cada materia analizada, salvo en el caso del subíndice de entregas, que funciona al contrario.

Como ocurre con los distintos subíndices publicados por el ISM estudiaremos uno u otro en mayor o menor medida dependiendo de la preocupación del mercado en cada momento. No olvidemos que el objetivo último de nuestro trabajo debe ser saber por dónde se dirigirá el crecimiento y los tipos de interés, pero todo ello para hacernos una idea de por dónde irán los mercados.

Con lo anterior, el dato de NMI es de máxima importancia para averiguar hacia dónde se dirige el PIB. De este modo, la media trimestral tiene una correlación con el crecimiento económico superior al 80%. Siendo el ISM el indicador líder, PIB e ISM no deberían contradecirse en plazos superiores al trimestre.

Al publicarse el ISM no manufacturero ya conocemos el ISM manufacturero, por lo que podemos realizar alguna técnica incluyendo ambos. Cabe recordar, no obstante, que el ISM manufacturero, en media trimestral, desde septiembre de 1997(primer dato del no manufacturero) tiene una correlación con el crecimiento del PIB inferior al 70%. Por ello, es más válido como indicador futuro del crecimiento económico el ISM no manufacturero.

Una de las técnicas podría ser el cálculo de una media de los dos índices. Sin embargo, en este caso, la correlación con el PIB es inferior al 65%. Sin embargo, una media ponderada de los ISM por aportación de los sectores cubiertos en cada índice al PIB tiene una correlación en torno al 83%.
Otra técnica bastante empleada, que también explicamos al hablar del ISM manufacturero, es la de usar el diferencial de nuevas órdenes menos inventarios. Normalmente la media trimestral de este diferencial lidera el PIB. Como en los demás casos no podemos hablar en ningún momento de números enteros ni de previsiones exactas, mucho menos basándonos en un solo dato. Pero las líneas maestras de la tendencia de los indicadores nos dan el sentido y en general una visión clara de por dónde irá el crecimiento los siguientes meses. Todos los modelos deben basarse en el estudio de diferentes variables y cada una influirá de forma mayor o menor dependiendo de nuestras investigaciones y del momento histórico. Igualmente, su influencia en los mercados será distinta dependiendo del momento en el que nos encontremos y qué sea lo que preocupe al mercado.
Actualmente, los dos subíndices más seguidos son el de empleo y el de precios. En periodos de recesión, o de salida de la misma, el de empleo será un subíndice importante puesto que es la variable principal para que el consumo, partida principal del PIB estadounidense, pueda repuntar definitivamente.