ISM manufacturero

El índice ISM realizado por el Instituto de Gestión de Suministros (Institute for Suply Management), es un importante índice americano que mide la actividad manufacturera que se produce en los Estaos Unidos  La medición de la actividad manufacturera en Estados Unidos se viene haciendo de forma continua desde el año 1948 a través de un índice conocido como ISM (por el nombre el nombre de la institución que lo realiza, Institute for Suply Management). Hasta 2001 este índice recibía el nombre de NAPM (Asociación Nacional de Gestores de Compras) y ya se había publicado antes de 1948, pero no de forma continua. Desde ese año no ha dejado de acudir a su cita el primer día hábil de cada mes. Cuando hablamos de manufacturas nos referimos a cualquier transformación de materias primas en productos terminados: es decir, cualquier proceso de producción industrial o fabricación. La actividad manufacturera no es tan importante como en otros tiempos en Estados Unidos. En el año 2009 representaba un 11% del PIB mientras que 1998 superaba el 15%. No obstante, además de ser aún muy representativa del crecimiento económico, el ISM manufacturero es un dato seguido muy de cerca por los mercados, de la máxima importancia. El índice se calcula a partir de una encuesta realizada a más de 300 empresas de más de 20 sectores diferentes, diversificados por la aportación de cada sector al PIB. En dicha encuesta se pregunta a los gestores de las empresas cómo consideran que va el mes respecto al anterior con respecto a todos los indicadores medidos (nuevos pedidos, retrasos, exportaciones, importaciones, producción, entregas, inventarios, inventarios de clientes, empleo y precios). Los gestores responden igual, mejor o peor. Una vez están los resultados, se calcula el índice, sumándole total del porcentaje de los que contestan “mejor” a la mitad del porcentaje de los que han respondido “igual”. Por último el resultado se ajusta estacionalmente. El dato más importante y al que todo el mercado mira será el PMI, que se compone de los subíndices de nuevas órdenes, producción, empleo, entregas e inventarios. Todos ellos ponderan con el mismo peso. La lectura del indicador es bastante sencilla, por encima de 50 indica que la actividad manufacturera en general se está expandiendo y por debajo de 50 que se está contrayendo. En términos de crecimiento, lecturas por encima de 42 durante un periodo de tiempo indican en general la economía está creciendo. Por debajo de 42 indica recesión. La distancia que existe entre 42 o 50 y el dato real indica en general la fuerza de la contracción o de la expansión. El máximo ha sido 77,5 en los años 50 y el mínimo 29,4 en los 80. Evidentemente tendremos que estar atentos a la tendencia general del índice y cómo va evolucionando. En el informe publicado por el ISM en la siguiente dirección de internet: http://www.ism.ws/ISMReport/MfgROB.cfm podremos encontrar cada mes los diferentes resultados para cada subíndice, su dirección (si indican recesión o expansión), la tasa de cambio con respecto al mes anterior y la tendencia (el número de meses que lleva moviéndose en la dirección actual). Así mismo, en este informe encontraremos más datos respecto a su cálculo. El dato de PMI (esto es, el ISM ponderado por sus diferentes subíndices) lo podemos utilizar para poder hacernos una idea de por dónde irá el crecimiento de la economía. Como hemos comentado antes, en términos de PIB la actividad manufacturera ya no es tan importante como en otros tiempos, sin embargo el índice todavía guarda una alta correlación con el crecimiento y es un buen previsor de posibles cambios en el ciclo. En el siguiente gráfico podemos observar además el impacto del indicador en el mercado: apertura positiva esperando un buen dato de ISM y rápido ajuste al alza cuando se da a conocer una cifra mejor de la esperada. Una vez conocemos tanto el ISM como los diferentes subíndices podemos tratar de averiguar hacia dónde se dirigirá el PIB de Estados Unidos. Existen diferentes formas de interpretar los datos, trataré de sintetizar las más populares. En primer lugar, con el mismo dato de ISM en bruto podemos tratar de buscar hacia dónde se dirigirá la economía. Para ello, calcularemos primero la media trimestral del PMI y después la pondremos en comparación con el PIB. La correlación entre ambos indicadores aunque alta, no es tan fuerte como para permitirnos realizar previsiones exactas. Sin embargo, podremos tener una idea clara si ponemos ambos indicadores gráficamente de hacia dónde se dirige tendencialmente la economía. Entendiendo que el ISM lidera al PIB, no deberían contradecirse en plazos superiores al trimestre. Otra de las técnicas más utilizadas es emplear el diferencial de nuevas órdenes menos inventarios. Normalmente la media trimestral de este diferencial lidera el PIB. Una vez más no podemos hablar de números enteros ni de previsiones exactas, pero como vemos en el gráfico las líneas maestras de la tendencia de los indicadores nos dan el sentido y en general una visión clara de por dónde irá el crecimiento los siguientes meses. No hablamos de números enteros ni de previsiones exactas porque aunque calculemos una estupenda regresión es casi imposible que a través de un solo dato podamos averiguar por dónde irá el crecimiento. Todos los modelos deben basarse en el estudio de diferentes variables y cada una influirá de forma mayor o menor dependiendo de nuestras investigaciones y del momento histórico. Igualmente, su influencia en los mercados será distinta dependiendo del momento en el que nos encontremos y qué sea lo que preocupe al mercado. Así ocurre con los distintos subíndices publicados por el ISM. En general estudiaremos uno u otro en mayor o menor medida, dependiendo fundamentalmente de qué sea lo que preocupe al mercado. No olvidemos que el objetivo último de nuestro trabajo puede ser saber por dónde se dirigirá el crecimiento y los tipos, pero todo ello para hacernos una idea de por dónde irán los mercados. El subíndice más seguido suele ser el de nuevos pedidos, fundamentalmente porque adelanta el comportamiento del ISM. Una vez más no con una correlación exacta, pero sí lo suficientemente alta como para irnos haciendo una idea del próximo dato. Actualmente es muy seguido el subíndice de empleo, puesto que es al fin y al cabo una de las mayores preocupaciones en este momento. Lógicamente, en periodos de recesión este será un subíndice importante puesto que al final será la variable principal para que el consumo, partida principal del PIB estadounidense, pueda repuntar definitivamente. El subíndice de precios, por su lado, es muy seguido en momentos en los que preocupa la inflación. Por tanto, en periodos muy expansivos el mercado estará preocupado por los movimientos de este indicador. En este sentido, el Informe del ISM muestra además la evolución del precio de los principales “inputs” o materias primas, indicando las que más suben, las que más bajan y las que están en “short supply” (esto es, cuando el stock total y las recepciones futuras son inferiores a la demanda total estimada durante un periodo). Ya para terminar con este indicador, es importante señalar que cuando veamos en un próximo artículo el ISM de servicios (la otra pierna) podremos concretar nuevas técnicas para tratar de anticipar el crecimiento económico.