LA TÉCNICA DE PUNTO Y FIGURA
(PARTE 1)
Por sus características estructurales, la técnica de punto y figura parece adaptarse perfectamente a los mercados de divisas.
Nadie sabe, a ciencia cierta, de dónde viene esta técnica centenaria, pero se estima que data de la segunda mitad del siglo XIX. Lo que con el tiempo se acabó llamando “Punto y Figura” es el resultado de una evolución en la que se buscó una técnica que permitiera apuntar, en un espacio reducido, los precios cotizados en el mercado según se iban negociando. Esta forma de plasmar precios es tan poco usual que la mayoría de interesados en el análisis técnico la evitan completamente. Debido a la necesidad de cotizaciones intradiarias para construir el punto y figura, la utilización de estos gráficos estuvo durante mucho tiempo limitada a analistas profesionales. Además, este tipo de gráficos raramente se publican en los medios especializados.
Con este breve estudio se pretende rescatar del olvido a una técnica interesante y precisa, señalando el potencial que tiene para los operadores y analistas en general, y en particular para aquellos que actúan en el mercado de divisas.
Adaptado para el análisis de Forex
El mercado Forex es conocido por permanecer abierto las 24 horas. Cuando empiezan las negociaciones en Europa, en Asia ya se están terminando, y cuando la actividad en Europa cesa, América aún está a mitad de su sesión. Esto significa que no hay demarcaciones de apertura y cierre diarias tal como sucede en otros mercados. Aquí los participantes de todo el mundo pueden negociar a la hora que deseen.
En Forex, los precios de apertura que se registran en gráficos de barras o gráficos de velas japonesas son arbitrarios: varían según la zona horaria atribuida. En especial, la interpretación de velas japonesas depende mucho de estos precios de apertura y cierre para crear pautas que luego den lugar a señales de compra y venta. En cambio, los gráficos de punto y figura no necesitan estos datos. De hecho, están diseñados para funcionar con flujos de datos continuos, cosa que el mercado de divisas muestra mejor que cualquier otro.
Otra característica del Forex es que apenas muestra agujeros en el precio (gaps) – salvo quizás en las aperturas semanales. Los agujeros son algo que los gráficos de puntos omiten de todos modos. Esto sucede porque todas las variaciones de precio que no cumplan un criterio predeterminado no son visibles en el gráfico. Es por este motivo que se dice que el punto y figura elimina el “ruido” del mercado.
Un aspecto más en el que los gráficos de puntos demuestran estar adaptados para la operativa con divisas es la ausencia de datos de volumen. Incluso en aquellos mercados en los que el volumen es un indicador técnico habitual, el punto y figura no los tiene en cuenta. Esto sucede porque el volumen cambia con el tiempo, y el tiempo es una dimensión desconocida para el punto y figura. En el Forex, al tratarse de un mercado descentralizado, Igualmente no hay como mostrar información de volumen de una forma exacta.
Puede que Usted se esté preguntando, ¿qué es entonces lo que queda para enseñar en el gráfico de punto y figura, si todos estos elementos quedan excluidos? La respuesta es sencilla: la acción del precio. El gráfico sólo se mueve si el precio se mueve, y además de una forma significativa. Esta característica lo hace muy apto para instrumentos volátiles y mercados apalancados como es el mercado cambiario.
La construcción del gráfico
En el eje vertical del gráfico se sitúan las cotizaciones del instrumento correspondiente y en el eje horizontal se van reflejando los sucesivos cambios en las
subidas y bajadas del precio. Sólo cuando se produce un movimiento significativo, se registra un punto. Las “X” significan subidas y las “O” bajadas. Cada uno de estos puntos, a los que se llaman “cajas”, representa un intervalo de precio predeterminado.
La sensibilidad del gráfico al cambio de rumbo en el precio, se puede fijar a discreción. Es recomendable utilizar números redondos para establecer el valor de la caja.
En Forex, se suelen utilizar intervalos 10, 20 o 30 pips dependiendo de la volatilidad de cada par de divisas. Asimismo, cada analista tiene que decidir cuantos pips el precio ha de cambiar de dirección para que se imprima una nueva columna de “O” o una de “X” y viceversa. Esto hace que el punto y figura tenga un filtro asimétrico: por ejemplo, mientras que una “X” refleja una subida de una caja (10 pips), para que se imprima una “O” se necesitan 3 cajas, lo que equivale a 30 pips. Eliminando las reversiones menores de 30 pips en contra de la tendencia principal, este mecanismo da más énfasis a la misma.
Cuando el precio oscila menos que el valor de reversión que le asignemos, en este caso 30 pips, la columna permanece intacta sin registrar ningún cambio, hasta que el precio se mueve más de 30 pips en la dirección contraria. Entonces, el gráfico registra tres nuevas “X” u “O” según el cambio de rumbo (3×10 = 30).
Para los adeptos de los gráficos de velas o de barras, esta modalidad puede parecer extraña, pero una vez entendido bien el mecanismo, descubrimos una manera de mostrar el precio (o cualquier serie de valores) muy elegante y sencilla.
Hay varias maneras de construir este tipo de gráficos, entre ellas el gráfico de una caja en el que sólo se utilizan “X”, y los gráficos en los que una “X” y una “O” pueden aparecer en una misma columna. Pero en este artículo sólo se destaca la convención más popular: los denominados gráficos con “valor de reversión múltiple” (multi-box reversal) creados en los años 50.
Los gráficos más utilizados en Forex son de escala aritmética. El hecho de que sus cotizaciones no se muevan en grandes porcentajes al día no justifica un gráfico logarítmico. Pero cabe señalar que el punto y figura puede ser escalado en las dos variantes.
A diferencia de una escala aritmética, en la cual el valor de la caja es constante, en la escala logarítmica el valor de la caja cambia según baremos de precio predeterminados. Por ejemplo, hasta un precio de 100, la caja puede valer 10 puntos, a partir de 100, 20 puntos, y a partir de 200, 40 puntos, etc.
¿En qué destaca el Punto & Figura?
Si fragmentamos los movimientos de la cotización EUR/USD en tramos de 70 pips – lo que actualmente equivale aproximadamente a una diferencia de 0,05% -, el recorrido de esta cotización puede alcanzar más de 1500% en un año. No obstante, en el 2010 la diferencia entre la cotización mínima y máxima en este par de divisas, fue tan solo de 18%. Si redujéramos los fragmentos a 10 pips cada uno, el porcentaje sería mucho más alto. Esto es lo mismo que intentar medir la fachada litoral de la Península Ibérica centímetro a centímetro, pasando por todas sus playas, acantilados y demás frentes marítimos. El resultado sería una longitud mucho mayor que los 3976 kms conocidos.
Esta analogía sirve para explicar que según el grado de sensibilidad que se atribuya a los gráficos de puntos, es decir, el valor de la caja y el valor de reversión, captaremos más o menos recorrido de precio y por consiguiente, obtendremos diferentes perspectivas sobre la oferta y la demanda. Cuanto más altos sean los valores de la caja y de reversión, más longitud temporal abarcará el gráfico y más significativos serán los niveles de oferta y demanda.
Alterando la sensibilidad se altera el horizonte temporal aunque no haya un eje temporal. ¡Ojo! que a menos sensibilidad, mayores son los movimientos en contra (whipsaws).
Cabe señalar aquí que la mayoría de plataformas gráficas permiten calcular los gráficos de puntos en base a temporalidades y no en base a un flujo continuo de ticks, tomando los precios máximo/mínimo/cierre de cada período. El ejemplo a continuación muestra un gráfico del EUR/USD de 20 pips por caja y un valor de reversión de 5 cajas abarcando desde agosto del 2010 hasta enero 2011. El gráfico está calculado sobre datos de 1 minuto, lo que sería imposible comprimir en tan poco espacio utilizando otro método. Nótese que la diferencia entre un gráfico de ticks y un gráfico de 1 minuto es insignificante, sobre todo si el de 1 min. está calculado en base al mínimo, máximo y cierre.
Desde sus inicios, los i
nversores que utilizaban gráficos de punto y figura podían ver a qué precios se había negociado cierto instrumento con más frecuencia. Este atributo de los gráficos de puntos no ha cambiado. Para verlo basta con identificar qué líneas (en horizontal) están más ocupadas por “X” y “O”. Este dato, aparentemente insignificante, es el punto de partida de la estrategia que se esboza más adelante. ¿Qué significa un nivel en el cual se han registrado muchas operaciones? Significa que los participantes están, en su mayoría, de acuerdo en negociar a ese precio. En otros términos: en esas cotizaciones, la oferta y la demanda demuestran estar equilibradas. En el ejemplo arriba, el valor más ocupado corresponde a las cajas en el precio 1,3280, con una ocupación muy marcada en la segunda mitad del gráfico.
En cuanto a la longitud del gráfico, cuantas más columnas se hayan registrado en un tiempo determinado, más cambios de rumbo ha habido en esa cotización. Algunos investigadores sostienen que el punto y figura es unidimensional. Otros, en cambio, afirman que gráfico sigue siendo bi- dimensonal pero con la segunda dimensión representada por el cambio. Por ejemplo, en un gráfico de barras semanal, una semana de actividad queda reducida a una única barra aunque durante ese periodo haya habido mucha volatilidad. No obstante, en un gráfico de puntos se formaría una pauta de congestión evidenciando los soportes y resistencias en los que el precio rebotó.
Cada cambio de rumbo representa un desequilibrio en la ecuación de la oferta y la demanda. Una subida de precios formada por varias “X” que cambia a una columna de sucesivas “O”, narra la siguiente situación: la oferta fue rápidamente absorbida durante la tendencia alcista y la demanda se hizo con el control. En el punto más alto de la columna ascendente, sin embargo, la demanda se agotó y la oferta se impuso. En la última “X” de una columna ascendente, donde tal desequilibrio es más acentuado, se establece un nivel de resistencia. A la inversa, en un escenario de tendencia bajista y posterior cambio al alza, el punto de soporte es la última “O” de la columna descendente.