Las correlaciones nos ayudan a poder analizar un activo desde una óptica más completa, dando mayor fuerza a nuestro análisis. Veamos un ejemplo.
En muchas ocasiones efectuamos estudios de mercado sin tener algunos datos básicos en cuenta. Este sería el caso de las correlaciones entre activos. Existen muchas correlaciones entre activos de distinta categoría que nos permiten completar el estudio que hacemos sobre uno en concreto.
UN EJEMPLO PRÁCTICO
Si mi objetivo es hacer un análisis técnico a medio plazo del dólar australiano, no nos ceñiríamos a analizar técnicamente el mismo, sino que lo pondríamos en contexto con el índice MSCI emergentes, con el que guarda una elevada correlación en la mayor parte de movimientos importantes.
De este modo podemos concluir que no deberemos ceñirnos al estudio en concreto del dólar australiano, sino que podremos analizar al dólar estadounidense y al MSCI de mercados emergentes en aras de completar nuestra decisión.
Pero aún podríamos profundizar y completar más nuestra toma de decisiones, como se ve en la Figura 3.
Si anteriormente hemos dicho que el MSCI emergentes guarda una elevada correlación con el dólar australiano, en el gráfico superior podemos ver cómo a su vez el índice de materias primas y el MSCI emergentes también lo hacen. De este modo un estudio del índice CRB de materias primas debería respetar al análisis realizado en el dólar australiano.
Si hemos dicho que el dólar estadounidense guarda correlación con el dólar australiano, un estudio sobre el franco suizo debería ir en la misma dirección que el segundo de ellos.
En conclusión, es importante tener estos datos en cuenta ya que muchas veces cometemos el error de pensar que un mercado puede ir hacia una dirección y otro en la contraria, ignorando la correlación que pueden guardar entre sí.