Cuando alguien mira un gráfico, por primera vez, mientras otro le explica algunos elementos técnicos que pueden in­fluir en la cotización del precio se suele quedar sorprendi­do por cómo, supuestos niveles aleatorios, pueden tener una influencia tan fuerte en una cotización bursátil.

No obstante, cuando empezamos a estudiar el porqué, de esos supuestos puntos esotéricos en el gráfico, entendimos que poco tenían de mágicas esas zonas al saber que lo que las motivaba era la lucha entre oferta y la demanda.

No obstante hay un “indicador” que sigue guardando un cierto halo de misterio sin poder explicar sus defensores, en algunos de los usos que se hacen de él, el porqué de su funcionamiento y lo que guarda detrás. De tal forma que aunque muchos de los que lo usan no puedan explicar el motivo que se esconde detrás de su validez siguen defendiendo su aplicación. Como habrás adivinado hablamos de la sucesión de Fibonacci y su uso en el trading.

Es realmente curioso ver cómo una y otra vez este número “apa­rentemente mágico”, el que nos muestra la relación entre los números de la serie, se repite una y otra vez en la naturaleza. Miremos una margarita y la forma en que se acomodan sus se­millas, el largo de las falanges de un dedo de la mano o la flor de un girasol y ahí lo veremos: el número Phi.

¿Por qué encontramos tantas veces este número por ejemplo al estudiar el crecimiento de los vegetales? La respuesta aunque aparentemente simple parece estar pensada al milímetro: por­que es la mejor forma de ordenar cualquier objeto minimizando el espacio.

Cuando pensamos en la típica estructura de un armario y nos dan unas cajas a colocar, la respuesta a la situación pudiera pa­rece fácil. No obstante, si el armario fuera redondo o en forma de espiral y a la vez fuera creciendo variando su tamaño la res­puesta de ¿cuál es la mejor forma de ordenar los objetos que queremos introducir? Sería complicada. Pues bien, cómo vemos la naturaleza encontró la respuesta. Mediante un patrón de or­den estructurado por el número phi.

Así, este patrón sigue teniendo efecto incluso si se da un ángulo de rotación. Ya que mediante un punto central que se tendrá como referencia los nuevos elementos, pétalos, semillas etc, se irán organizando a medida que crecen. Un milagro. Miremos dónde miremos, el número Phí lo organiza todo.

Y ¿el mercado? Es una representación de la naturaleza, desde el momento que los componentes del mismo son seres vivos. ¿Puede aplicarse la misma lógica que la descrita en la naturale­za? ¿Podemos sacar una ventaja competitiva a este patrón uti­lizándolo para hacer trading? Multitud de respuestas para un mismo tema. Como la naturaleza misma.