Operar en Bolsa de forma consistente es algo que se consigue tras mucha práctica. No obstante, el problema principal suele estar antes ¿Cómo llegar a practicar de forma eficaz? A continuación,las tres puertas que tiene que abrir el aprendiz de trader.

Es probable que te cueste mucho mantener la regularidad a la hora de extraer dinero de los mercados financieros. Y es normal que así sea.

Por mi experiencia personal con innumerables aprendices de trader, siempre hay tres errores que se repiten. Podríamos ver casos particulares y a cada uno ponerle un nombre distinto, pero todos siempre caen en las mismas categorías. Mismo perro con distinto collar. Una y otra vez.

La buena noticia es que estos errores están encadenados y cada uno depende del anterior. La mala noticia es que no basta con romper la cadena, hay que resolver los tres, uno tras otro.

Que sólo haya tres frentes a atacar y que sean de una lógica aplastante no quiere decir que sean sencillos de superar. Al contrario, es extremadamente difícil y el tiempo de superación se suele medir en meses.

Sin embargo, ten por seguro que, una vez superados, lo único que queda es practicar y entrenar, una y otra vez, hasta lograr superar el umbral de la rentabilidad de forma consistente. Y eso, para el alumno aplicado, siempre llega. Tú puedes lograrlo.

¿Preparado para afrontar el reto?

EL PRIMER GRAN ERROR LA ACTITUD EQUIVOCADA

La actitud correcta es la llave del primer candado. Sin ella no vamos a ninguna parte.

El aprendiz de trader siempre viene a la Bolsa a ganar dinero. Puede que venga también por otros motivos, pero el de ganar dinero siempre está ahí.

Y esto es un problema. Gordísimo: Querer ganar dinero es fuertemente incompatible con el aprendizaje.

El deseo de ganar dinero interfiere en tu operativa hasta el punto de estropearla por completo.

Y el problema no está en que ganes o pierdas dinero (que tenderás a perderlo en promedio de forma irremisible mientras no hayas aprendido), sino que estás bloqueando la posibilidad de aprender y por tanto de avanzar en tu camino cuyo objetivo es superar el umbral de la rentabilidad consistente.

Tenderás a operar con productos que no te convienen, de forma que no te conviene, en marcos temporales que no te convienen, con tamaños de posición que no te convienen y en el sentido que no te conviene. Y todo por querer ganar dinero.

Si quieres estar en disposición de poder aprender, antes debes liberarte del deseo de ganar dinero.

Como ves, es un problema de prioridades.

Si algún día quieres llegar a ser un sólido ganador en los mercados tienes que apartar la (ilusión de) recompensa de corto plazo (unos euros más en tu bolsillo), y apostar duramente por la recompensa de largo plazo (volverte un operador consistente).

Y no basta con querer.

No puedes decirte a ti mismo “De acuerdo, amigo, a partir de hoy decido que querré aprender a operar por encima de querer ganar dinero”.

No sirve, porque el deseo de ganar dinero lo llevamos en la sangre, muy dentro de nosotros y de nuestro instinto animal que se centra en la recompensa de corto plazo.

Sin embargo, puedes controlarlo bastante bien tomando un par de medidas sencillas:

– Opera con poco dinero. Piensa en cantidades entre 500 y 2000€ como máximo.

Si ganas, seguramente tus pequeñas ganancias queden prácticamente canceladas por las comisiones del broker. Y, si pierdes, (cosa que será lo más habitual), tampoco será la muerte de nadie. Desde luego, ganar 38€ limpios en una operación desatará un torrente de emociones que visto desde fuera te daría vergüenza; pero al menos no son los 380€, o los 3800€, que te robarían por completo el foco de priorizar el aprendizaje sobre el resultado económico de tu operación actual.

– No te permitas aumentar el tamaño de tu cuenta hasta que no seas capaz de hacerla crecer (ignorando comisiones) como resultado de, al menos, 40 operaciones.

Sencillo ¿verdad? Si no ganas ¿por qué ibas a comprometer más dinero? Te sorprenderías de la cantidad de gente que cierra los ojos y añade dinero a sus cuentas sin un motivo razonable detrás. No caigas en eso.

Por cierto ¿Por qué operar con poco dinero en lugar de operar directamente en simulado?

Porque en simulado, pasados los primeros días, rara vez aprendes algo: No sufres, y si no sufres no aprendes. Triste pero cierto.

EL SEGUNDO GRAN ERROR FALTA DE CONOCIMIENTO DE CONTROL DE RIESGO

Este error se solventa enseguida, sólo hace falta estudiar un par de ideas que ahora vamos a ver.

El problema es que, sin haber solucionado el asunto anterior (hay que priorizar el aprendizaje sobre el resultado de cada operación), el aprendiz nunca llega a entender la necesidad de un control de riesgo estricto y por tanto nunca llega a darle la atención y el cumplimiento que se merece.

Para poder aprender hay que practicar mucho, y para practicar mucho la cuenta tiene que poder soportar muchas operaciones perdedoras sin que quede tan menguada que sea imposible recuperarla en la práctica.

Muchas operaciones perdedoras seguidas no son cuatro o cinco. Estamos hablando de ser capaces de encajar doce, quince o incluso veinte operaciones perdedoras seguidas sin aniquilar tu cuenta de trading.

Hay mil y una formas de lograr esto, pero todas se basan en lo mismo: Como no sabes si vas a ganar o perder en tu próxima operación, por si las moscas, arriesga muy poquito cada vez.

Esto, traducido a una regla que puedas aplicar sin romperte la cabeza es:

– Asegúrate de que la distancia entre el punto de entrada y el stop loss de tu próxima operación (en euros, dólares o lo que sea), multiplicada por el número de acciones, es inferior al tamaño de tu cuenta multiplicado por 0.02.

– Esto significa que tu riesgo por operación es inferior al 2% de tu cuenta. Una forma sencilla de poder aguantar muchos malos golpes.

– Nota: Si operas con CFD, haz esta cuenta pensando en el nominal, nunca en la garantía.

Si quieres que tu cuenta crezca, asegúrate siempre de que, aún en la peor de las catástrofes (que tienen la manía de darse de vez en cuando) tu cuenta pueda vivir para contarlo.

EL TERCER GRAN ERROR PLANTEAR EL ANÁLISIS DEL MERCADO DE UNA FORMA EQUIVOCADA

El mercado no es un entorno causa-efecto, es un entorno de probabilidades.

Esto, entre otras cosas, quiere decir que no existe el conjunto de reglas o condiciones que, de darse, garanticen el resultado positivo de una operación.

No sólo no se puede pretender ganar siempre, sino que además (y sobre todo), no se puede pretender ganar “esta operación”, por muy perfecta que te parezca.

Tu tasa de aciertos no va a depender de si MACD está por encima de cero o de si las medias móviles de 20 y 50 periodos se han cruzado al alza. Tampoco va a depender de las noticias, ni de la actuación de la FED.

Los indicadores técnicos, o incluso los soportes y líneas de tendencia, no son más que truquillos visuales para localizar rápidamente lo que buscas en los gráficos. Pero, al final, lo que quieres ver tienes que verlo en el precio.

Tu tasa de aciertos va a depender única y exclusivamente de ti, de tu capacidad para leer el mercado.

¿Cómo mejoras tu lectura del mercado?

Leyéndolo. No hay más. Esto es una cuestión de horas de vuelo, mucha atención y mucha perseverancia. Pero nada más (¡y eso es una magnífica noticia!)

No necesitas indicadores técnicos, no necesitas atender a noticias, no necesitas nada más que tu fuente de información pura (sea técnica o fundamental, es indiferente). Es más, prácticamente siempre, todo lo que no sea eso te va a interferir contaminando y dificultando tu lectura del mercado.

Centrándome en el análisis técnico, que es mi especialidad (así es como leo yo el mercado), debes saber esto por encima de todo: Tienes información de sobra en el gráfico para leer correctamente el mercado.

Esto no garantiza el éxito de tu operación (nada lo hace), pero sí maximiza tu tasa de aciertos. Para mí es muy importante que te lleves esta seguridad contigo, porque es uno de los descubrimientos que más me costó establecer personalmente: No necesitas más técnica. La que necesitas ya la tienes.

Practica, practica y practica. Lee el mercado sin interferencias una y otra vez y acabarás notando lo que pasa donde la mayoría sólo ve un puñado de velas japonesas (o de parámetros contables si es tu caso).

JUNTAMOS TODO Y VERÁS QUE CAE DE CAJÓN

– Para ganar tienes que saber operar de forma consistente.

– Parar saber tienes que aprender primero.

– Para poder aprender tienes que liberarte de la necesidad de ganar dinero.

– Para poder operar tienes que mantener viva tu cuenta.

– Para mantener viva tu cuenta tienes que arriesgar muy poquito de cada vez.

– Para mejorar tu tasa de aciertos tienes que practicar mucho.

– Para practicar bien sólo tienes que centrarte en el precio. Una y otra vez.

– No cometas tonterías (no te saltes estas reglas tan básicas) y antes o después te verás a ti mismo cruzando el umbral de la rentabilidad consistente.

Espero que este artículo te haya servido de ayuda.