Si pudiéramos analizar una serie de errores comunes en nuestra operativa, de los que si nos paramos a pensar un poco en ellos resultan poco menos que absurdos, sería sin duda el mezclar las perspectivas económicas a largo plazo con los movimientos y trading en el corto plazo.
Esto dicho así suena muy fácil, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?, decimos todos de primeras. Y comentándolo en tercera persona desde un punto de vista completamente objetivo puede parecer así, sin embargo, en el día a día puede que nos cueste más de lo que pudiera parecer. Y es que muy a menudo, las personas nos dejamos llevar por el sentir general sobre una situación, sin pararnos a pensar si de verdad eso lo podemos atribuir a datos objetivos.
Curioso sobre el tema Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner en su libro Freakonomics nos hablan en su peculiar estilo, analizando la economía de lo raro, una cuestión que aunque no viene al caso nos puede enseñar algo sobre lo que estamos hablando, dejarnos llevar por la sugestión general sin atender a los datos. Suelto la frase sin más preámbulo y la comentamos.
Si posees un arma y una piscina en el jardín trasero, es cien veces más probable que un niño muera a causa de la piscina que de la pistola.
Datos frente a sugestiones, más o menos fundadas, pero al fin y al cabo datos que nos ayudan a esperar el resultado más probable. A quién no le daría cierto respeto dejar a su hijo juguetear en la casa de un amigo en el que sabemos que hay algún arma. A todos, y que levante la mano el que piense lo contrario. Hacernos la imagen mental de ver al pequeño merodeando por el despacho del padre del amigo y cotillearle dentro del cajón, donde tiene guardada el arma de turno y empezar a hacer bobadas con la misma, puede hacernos cuanto menos palidecer.
No obstante, los datos hablan por sí solos y podemos hacernos una idea. ¿te puedes imaginar un peligro 100 veces mayor para tu pequeño? ¿Dejarías que fuera a una zona en la que tuviera 100 veces más de probabilidad de morir y no volver a verlo nunca más?. Aquí es donde entran los datos. Ese lugar existe. La casa con piscina de su amigo Pablito a la que va de vez en cuando, incluso tu mismo le llevas hasta allí creyéndote que le dejas en buenas manos. Atendiendo a los datos podemos decir objetivamente que eres un mal padre. Quien no se ha preocupado nunca por ver qué peligro real corre tu hijo en determinadas circunstancias, dejándose llevar por el sentir de la masa.
Bromas aparte, y ejemplos tontos también, o no tanto, para visualizar lo que día a día nos encontramos en el mercado. Traders con miedo por ejecutar trades bajistas o alcistas ( en gráficas de 5, 15, 60 o 240 min) por cierto informe que detalla que la situación económica podría estar desacelerándose o lo que sería igual de transcendente para nuestra operativa, que el mundo se acaba.
¿Cuántas personas dejaban de realizar operaciones alcistas por el simple hecho de que su amigo se había quedado en el paro, por que el de las noticias indicaba cierto experto había dicho x o porque efectivamente se había demostrado el mal estado de la economía?
Si decimos que normalmente la bolsa se anticipa 6 meses a los acontecimientos económicos, mira simplemente atendiendo a la teoría todo el tiempo que podríamos estar perdiendo mirar por el espejo retrovisor.
Podríamos incluso discutir este aspecto, el error de no ejecutar nuestras operaciones por fijarnos en el estado de la economía desde dos puntos de vista, cada cual con sus características:
-el precio se adelanta a la economía en sí, esto es, el análisis técnico produce divergencias con la propia situación en los comienzos de las tendencias. Cuando el precio ya lleva un buen recorrido, los fundamentales empiezan a explicar la situación y el porqué de la misma. Momento hasta el cual, hemos tenido que estar apretando los dientes confiando en que nuestro sistema no fuera el único en ver lo que realmente estaba pasando.
– ¿Qué tienen que ver las churras con la merinas?, que dicen los castellanos. Si mi espacio temporal es de minutos que hago no abriendo una posición para cerrarla en 15 min porque resulta que al llegar a mi puesto de trabajo he visto la cola del INEM llena, y “esto”, tal y como se llaman a los mercados financieros en sus diferentes vertientes se tiene que desplomar.
Visto lo visto, todos aquellos que operamos intradía tenemos un recordatorio en mente. Nunca mezclaré churras con merinas y el pan será siempre pan, y no vino.
Buen trading!