En el pasado número comenzábamos el estudio de la inversión, centrándonos principalmente en la de bienes de equipo por su importancia en la producción futura (y por tanto en el PIB) y sobre todo, por su relación directa con el empleo. En este sentido, uno de los datos a tener en cuenta es el de pedidos y especialmente su componente de pedidos duraderos.
El dato de pedidos no tiene demasiado impacto sobre los mercados financieros, salvo casos muy concretos en los que exista una gran preocupación por la evolución de la inversión. Sin embargo, para el estudio del comportamiento tanto de la inversión, como de la producción o el sector exterior, es muy relevante.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos publica los datos de nuevos pedidos recibidos por las empresas manufactureras y los pedidos pendientes, haciendo distinción entre pedidos de bienes duraderos y bienes perecederos.
El dato incluye todos los pedidos y envíos de bienes que se producen en el mes en curso. El Departamento de Comercio define los bienes duraderos como productos industriales con vida superior a los tres años. Incluye además los bienes intermedios, como el acero, por ejemplo, o la madera, y además bienes finalizados como equipamiento o maquinaria.
Un buen dato de pedidos podría indicar presión alcista en empleo y producción, aunque en momentos de elevada utilización de la capacidad (véase artículo sobre producción industrial) podría indicar presiones inflacionistas. También podría indicar un aumento de la inflación si los inventarios son bajos o si la tasa de desempleo está por debajo o cercana a su nivel de pleno empleo.
El dato de pedidos, por tanto, es un interesante indicador anticipado, pero sobre todo en momentos de cambio (por ejemplo, en el caso de una recesión, un dato fuerte de pedidos podría estar indicando cambio de ciclo).
Con todo, cabe tener en cuenta la volatilidad del dato de pedidos: así la desviación típica de la tasa interanual es del 12,9%, frente al 4,7% del dato interanual de producción industrial.
El dato de pedidos suele dividirse entre nacionales e internacionales. Respecto a los primeros, cuanto mayores sean, mejores las perspectivas sobre producción, consumo y empleo. Respecto a los segundos, adelantarían el dato de exportaciones. Son especialmente importantes en países donde las exportaciones representen un porcentaje importante del PIB.
En cuanto a los pedidos duraderos, también pueden considerarse como una muestra del sentimiento futuro de las empresas respecto a la situación económica: no sería lógico comenzar una inversión si se espera que las condiciones económicas empeoren.
Un defecto importante del dato de pedidos duraderos es que incluye los pedidos de defensa, normalmente caros (tanques, buques de guerra, aviones militares, etc). Esto distorsiona el dato y es una de las causas de su volatilidad, especialmente en su tasa mensual.
Afortunadamente, el Departamento de Comercio presenta el dato separado sin pedidos de defensa. Con todo, la volatilidad de la tasa interanual del dato ex –defensa (esto es, sin incluir los pedidos de defensa) se reduce tan sólo hasta el 12,5%.
Lo anterior se debe fundamentalmente al componente de transportes, que incluye los pedidos de aviones. Este tipo de pedidos suele ser caro y distorsiona bastante el dato. En este sentido, si se excluyen los pedidos de transporte, la volatilidad se reduce hasta el 10,6%.
Como ocurre en el caso de muchos indicadores económicos, conviene estar atento de cómo evoluciona la tendencia. Esto se puede hacer a través de medias trimestrales o de medias móviles de la tasa anual. Lo anterior también reduce la volatilidad del indicador. Así, en el caso del dato sin transporte, la tasa interanual de la media trimestral tiene una volatilidad ligeramente inferior al 10%.
Con todo lo anterior, cabe destacar el dato de envíos de bienes de capital sin defensa ni aviación. Este dato, de referencia para la FED a la hora de medir el estado de la economía, adelanta la inversión (coeficiente de correlación: 87%).
Cabe destacar de la serie de envíos que su volatilidad es muy inferior a las de los datos de pedidos. Así, la desviación típica de la tasa interanual es inferior al 8%.
Finalmente, para concluir con los datos de pedidos, es importante recordar que en los distintos indicadores adelantados (ISM, PMI, etc) se incluyen subíndices de pedidos. Estos subíndices presentan la disposición de las compañías a elevar su volumen de pedidos o los pedidos esperados para el siguiente periodo y podrían ser un indicador adelantado tanto de la evolución de los pedidos como del propio índice principal (esto es, el subíndice de pedidos del ISM adelantaría el dato de ISM del siguiente periodo).
Como tantos otros datos, la influencia en los mercados de este dato es limitada, normalmente restringida a momentos en los que la evolución de la inversión es preocupante o cuando el dato se desvía largamente del esperado. Esto no puede ser excusa para eliminarlo de nuestro estudio. La inversión es un componente fundamental del crecimiento y adelanta el dato de empleo, clave en la evolución de las bolsas y por tanto, fundamental en nuestro análisis macro.