Casi todos los especuladores de éxito terminan descartando el uso de indicadores en favor del precio y el volumen cómo únicas variables de sus análisis. La esencia del trading técnico es entender las fuerzas de la oferta y la demanda y para ello no se necesitan complejas teorías.
PRECIO Y VOLUMEN no es más que la nomenclatura que hemos elegido para rescatar las ideas de Richard Wyckoff y difundirlas de una forma didáctica y operativa. Wyckoff fue una de las grandes figuras del análisis técnico de principios de S.XX, contemporáneo a mitos como Charles Dow, J.P.Morgan, Ralph N. Elliott o el mismísimo Jesse Livermore, considerado por muchos como el mejor especulador de todos los tiempos.
El legado de Wyckoff, sin embargo, no ha transcendido tanto como el de sus contemporáneos. ¿Las razones? posiblemente el análisis técnico se ha centrado demasiado en el uso de indicadores, osciladores y complicadas técnicas para tratar de batir al mercado, olvidándose de la sencillez que propuso Wyckoff. Por suerte, cada vez son más los traders que buscan soluciones sencillas a su operativa y, en este sentido, “precio y volumen” representa una de las mejores opciones a utilizar.
LEY DE OFERTA Y DEMANDA
El pilar básico del análisis técnico (y de “Precio y Volumen”) es la Ley de Oferta y Demanda. Desde que Charles Dow publicase sus notas en 1902 lo que ha transcendido es que, para que el precio de un activo suba, la demanda tiene que superar a la oferta y el volumen debe confirmarlo. Y al revés, para que una caída sea consistente se necesita que el volumen acompañe al descenso, como síntoma de que las ventas superan a la demanda.
Estas afirmaciones, aún siendo ciertas en sentido estricto, no representan toda la verdad, de otra forma ¿cómo se explica que muchos activos experimenten sus mayores desarrollos alcistas sin una actividad extraordinaria del volumen?. Existen muchos buenos ejemplos que ilustran este hecho, pero uno de los más representativos quizás sea el del futuro del miniSP (Figura 1). Desde marzo de 2009 el precio ha subido más de un 180%, sin embargo, la actividad más intensa del volumen no se produce precisamente en los rallies como cabría esperar.
Para que el precio suba, la demanda tiene que superar a la oferta, por supuesto, pero esto se produce: bien porque la demanda aumenta superando a la oferta (la curva de la demanda se desplaza arriba y a la derecha, P1) en donde si se verá un aumento del volumen acompañando al movimiento; o bien porque la oferta disminuye con respecto a la demanda (la curva de la oferta se desplaza arriba y a la izquierda, P2.) y el volumen no tenderá a aumentar de manera significativa. (Figura 2)
Y de forma análoga pero inversa: el precio bajará porque la oferta aumenta superando a la demanda (a curva de la oferta se desplaza a la derecha y abajo, P4), o bien porque la demanda “desaparece” (la curva se la demanda desplaza abajo y a la izquierda- P3). (Figura 2)
Este repaso teórico, que en principio no parece mostrar ninguna idea operativa, encierra una de las principales claves para operar en base a las ideas de Precio y Volumen: para que el precio de un activo suba es importante, tanto que aumente la demanda (en el proceso que se conoce como acumulación), como luego se retire la oferta. Y lo contrario: para que el precio desarrolle una tendencia corta primero tenemos que ver síntomas de distribución en el contexto (ventas) y luego la confirmación de que la demanda se ha retirado.
El futuro del miniSP, al igual que otros muchos activos, desarrolló sus mejores rallies en ausencia de una actividad significativa del volumen, precisamente porque la oferta no estaba presente y no era preciso una actividad intensa de negociación entre compradores y vendedores.
EL VOLUMEN, LA HUELLA DEL PROFESIONAL
Como en cualquier otro gremio profesional, el mercado bursátil tiene determinados actores con un peso mucho más relevante que el de otros. Son los que llamamos, de una forma más o menos caricaturizada, “manos fuertes”. Es obvio que la compra de unas acciones por parte de un trader minorista no desequilibrará la oferta o la demanda como para provocar un desplazamiento significativo del precio, se necesita una actividad negociadora mucha más intensa para hacerlo y ésta sólo la puede generar las manos fuertes.
Ya sean Hedge Funds, Bancos Centrales, máquinas de alta frecuencia o fondos de inversión, todas las manos fuertes tienen el mismo problema: cuando se posicionan, el volumen les delata. Mueven tal cantidad de dinero que es relativamente fácil detectar cuándo y dónde se posicionan.
TRES FASES PARA LA OPERATIVA
Obviamente no podemos saber de antemano si las manos fuertes están comprando o vendiendo (si no, el trading sería sencillo y carente de interés) pero si podemos esbozar estrategias con fundamento que pongan las probabilidades de nuestra parte.
En la Figura 3 vemos el desarrollo de Apple desde 2005 a 2010. Los volúmenes significativos señalan dónde se posicionaron las manos fuertes. Cuando en octubre de 2008, el precio amenazó el soporte de los $100 con el volumen más elevado hasta la fecha y una vez el precio giró al alza, recuperó dicho soporte y superó el rango de precios dónde se produjo todo ese volumen, podíamos haber realizado la siguiente reflexión: si tanto volumen, realmente, son ventas profesionales, ¿cómo es que meses después el precio no hizo nuevos mínimos?. La única respuesta posible es plantear que los profesionales, en vez de vender, compraron.
En cualquier caso, para la operativa, siempre debemos exigir que el mercado muestre tres fases concatenadas en el tiempo:
1. UN INDICIO
Será el volumen excesivo en zonas importantes de soporte o resistencia. Nos chiva que el profesional se está posicionando en el mercado y, aunque aún no es momento de operar, nos predispone al sentimiento contrario.
2. LA PRUEBA
El mercado necesita comprobar que toda la oferta (o toda la demanda) ha sido absorbida, de otro modo el movimiento en ciernes fracasaría. La forma de hacerlo será mediante figuras chartistas que todos conocemos (doble suelo/techo, cuñas de agotamiento, hombros-cabeza-hombro, etc,) pero con un matiz: el volumen promedio debe ser relativamente menor que en la fase anterior.
3. LA CONFIRMACIÓN
Es el momento técnico dónde concluimos, por reducción al absurdo, que todo el volumen “definitivamente” ha de ser o de compras o de ventas. Será el momento de operar, si bien es cierto que cada trader puede matizar el timming preciso en función de su estilo personal.
Como ven, “Precio y Volumen” no revoluciona los conocimientos que ya tiene del análisis técnico, más bien los complementa y les aporta fundamento. Ese es su gran valor. “Precio y Volumen no es ningún sistema, es una forma de entender el mercado. Espero, no obstante, haberle despertado el apetito por querer saber más, así que le invito a seguir investigando, a leer a Wyckoff y aprender de las bondades del Precio y del Volumen. Espero que estas líneas le hayan sido útiles y que en un futuro “Precio y Volumen” forme parte de su operativa.