Hay una expresión que nunca me ha gustado, y es la de “jugar en bolsa”. La he escuchado repetidamente desde que empecé a invertir en los mercados en el año 83. Recuerdo que mi suegro o mi mujer, entre otros, de vez en cuando se referían a esa afición mía por “jugar a la bolsa”

Sé que normalmente se usa como si fuera una frase hecha, sin reparar en lo que significa, pero no me parece adecuada, porque equiparar un trabajo concienzudo, como es el de invertir o hacer trading en los mercados financieros, con algo tan banal como jugarse el dinero en un casino al igual que lo haría un tahúr de fin de semana.

Siempre he reconocido que en los mercados la suerte juega un papel fundamental. Puede que esto haya hecho pensar a algunos que equiparo la bolsa con los juegos de azar. Sin embargo, en cualquier otro negocio también interviene la suerte en gran medida, y no he escuchado a nadie equiparar el abrir una tienda, construir un edificio o hacerse autónomo con un juego. Igual que en los otros negocios, la operativa en los mercados, si se quiere hacer bien, exige mucho trabajo y dedicación.

Por ejemplo, cuando nosotros invertimos en una empresa, estudiamos muy detalladamente no sólo sus resultados y posibilidades de crecimiento, sino también la capacidad de su equipo directivo de cumplir las previsiones y expandir o consolidar el negocio. Planteamos la decisión más como empresarios que como inversores, y no creo que se deba invertir en una empresa sin dedicarle tiempo a esas cuestiones. De la misma forma, al invertir en renta fija también estudiamos la solvencia y el posible riesgo de default de la institución emisora, sobre todo cuando es deuda high yield, que exige un estudio más a fondo al implicar un mayor riesgo. Cuando hacemos trading también sopesamos los pros y los contras de cada operación, y tomamos la decisión después de haberla estudiado en profundidad, mediante análisis técnico y de sentimiento de mercado. Personalmente, nunca he tomado en mi empresa una decisión en caliente, basándome sólo en la intuición, como se suele hacer en un juego de azar. Sí que le hago caso también a la intuición, por supuesto, pero no sólo a ella.

Desgraciadamente hay personas que se acercan a los mercados como si esto fuera un casino, y los últimos años parece que en mayor cantidad, debido a la facilidad de acceso que ha supuesto el desarrollo de internet. Quien lo hace así, suele acabar perdiendo dinero igual que lo haría en un casino o jugando a la lotería. Cuando escucho que hay brokers de forex que permiten apalancamientos de 400 veces o más se me ponen los pelos de punta. ¡Eso significa que se puede abrir una cuenta con 1.000 euros y manejar 400.000! Hay que considerar que, en momentos de mucha volatilidad, se puede perder un 1% en segundos, y si no has puesto un stop o al broker no le da tiempo de cerrar tu posición por margin call, puedes perderlo todo y pasar a deberle dinero al broker…

Yo siempre he operado apalancado, pidiendo préstamos, pero apalancarse más de 10 veces ya me parece fuera de lo razonable, incluso para operaciones intradiarias. De hecho, aunque yo sigo recurriendo a él, no recomiendo el apalancamiento a las personas que se inician en este mundo, sólo a los expertos. Mover más dinero del que tienes puede suponer muchos disgustos si las cosas no salen bien desde el principio.

No es razonable que alguien se acerque a la bolsa o a los mercados financieros en general aspirando a duplicar su dinero cada año, o ganar 5.000 euros al mes regularmente partiendo de una cuenta de 1.000 euros. Ninguna de esas cosas es posible, o por lo menos no conozco a nadie que lo haya conseguido de forma consistente, y sin embargo hay mucha gente que intenta hacerlo sin tener ni idea de donde se mete. No se puede pretender ganar dinero en los mercados como quien lo gana (o pierde, casi siempre) en un casino o jugando a la lotería. Hay que acercarse a este mundo con respeto, sabiendo que se puede ganar mucho, pero sólo si se hace bien, de forma realista y a base de mucho trabajo.

Otro consejo que quiero dar, tanto a los que se inicien en los mercados financieros como a los que lleven ya tiempo en ellos, es que intenten siempre estar en contacto con otras personas que se dediquen a esta actividad. El intercambio de ideas siempre es enriquecedor y hace que aumente la sabiduría de todas los que participan en el proceso. Esto pasa en todas las facetas de la vida, claro, pero sé que hay mucha gente que se acerca a los mercados sin referencias, y esas personas son más propensas a caer en los errores de los que hablaba antes. En Casa Kishoo fomentamos siempre el intercambio de ideas, no sólo entre nuestros compañeros, sino también con los que vienen de fuera. Siempre digo que todo el mundo tiene algo de lo que se puede aprender, y yo personalmente cada día procuro aprender cosas nuevas de la gente que me rodea.