En primer lugar, un rápido comentario sobre los fundamentales. La Fed ha puesto fin a su programa de flexibilización cuantitativa, con el que se inyectó dinero en los mercados financieros. Se le ha quitado la aguja a un drogadicto. ¿La mejora de la economía compensará esta retirada de liquidez? Ello supone una gran incertidumbre. Considérenme escéptico. Además, la caída de los precios del petróleo es buena para los consumidores, pero perjudicial para muchas empresas energéticas.
En este contexto, el mercado ha estado avanzando lentamente en rangos muy estrechos. Los gráficos semanales muestran niveles sobre extendidos, por encima de sus envolventes. Mientras que el mercado ha estado ascendiendo. El índice de Nuevos Máximos – Nuevos Mínimos (NH-NL) – un indicador adelantado – ha mantenido su tendencia bajista, con divergencias bajistas muy graves. La fuerte caída del mercado el lunes ha empujado al índice NH-NL a niveles bajistas en los gráficos diarios, aunque se mantiene neutral en gráfico semanal.
Uno puede preguntarse: ¿cuál es el objetivo de la caída? Creo que es esencial identificar tendencias y retrocesos, pero establecer objetivos de precios tiende a ser un ejercicio contraproducente. Reduce nuestra atención y nos hace estar menos alerta a los cambios, a medida que tratamos de defender nuestro pronóstico. Sin embargo, el gráfico semanal muestra que cada pocos meses la Bolsa cae en su zona de valor entre dos medias exponenciales. A veces se cae mucho más, como lo hizo en octubre, pero la zona de valor es un objetivo bien definido. La cifra cambia ligeramente cada semana, pero hoy se sitúa entre 2016 y 1981 para el S&P.