El trading es un tipo de actividad que implica tomar decisiones en todo momento independientemente del activo financiero que se negocie. Abrir o no abrir una posición, mantener o cerrar una posición abierta, cerrar operaciones ganando, mantener operaciones perdiendo, apostar contra-tendencia, ejercer una opción de venta o compra, etc. En cada decisión el trader debe ponderar tanto el riesgo como el beneficio asociado con cada elección que realice. La conducta humana hacia el riesgo es compleja y el espectro de decisiones es diverso. Así, en un extremo encontramos traders que necesitan verificar grandes beneficios asumiendo riesgos mínimos antes de tomar una decisión. En el otro extremo encontramos a traders capaces de asumir grandes riesgos con una mínima expectativa de beneficio. ¿Qué es lo que hace que nos encontremos más cerca o más lejos de uno de estos extremos? ¿Existe alguna parte de nuestro cerebro que se encargue de “tomar” estas decisiones? Y en el caso de que existiera, ¿Sería posible influir en ella y conseguir que seamos más “prudentes” o por el contrario que seamos más “arriesgados” a la hora de tomar nuestras decisiones de trading?
Un equipo de investigadores dirigidos por el profesor Han Ye, Doctor Consejero de Economía de la Escuela de Económicas de la Universidad de Zhejiang en China, exploró la posible implicación de la parte del cerebro denominada córtex dorsolateral prefrontal en la toma de decisiones financieras ante situaciones de incertidumbre. Para ello reclutaron a 60 voluntarios participantes, todos adultos saludables, quienes debían realizar una tarea en la que se les requería tomar 16 decisiones. En cada decisión los participantes debían elegir entre dos opciones: A (segura) o B (arriesgada). A su vez, cada una de estas opciones tenía el 0,5 de probabilidad de convertirse en una recompensa (beneficio) o de ser penalizada (pérdida). Para asegurar esta probabilidad utilizaron un software que asignaba aleatoriamente el beneficio o la pérdida a cada participante en respuesta a cada una de las 16 decisiones tomadas.
Concretamente los investigadores se propusieron averiguar si las decisiones que tomaban los participantes podrían ser afectadas o modificadas después de aplicarles una micro-descarga de corriente (En mili-amperios) en la zona del córtex dorsolateral prefrontal mediante una técnica denominada Estimulación Eléctrica Transcraneal (EET).
Utilizaron una medida ponderada de conducta hacia el riesgo para estimar cuantitativamente el grado de “aversión al riesgo” de cada participante.
Los resultados revelaron que después de la Estimulación Eléctrica Transcraneal los valores de la medida de aversión al riesgo de los participantes fueron significativamente inferiores en el marco de los beneficios y por el contrario, éstos fueron superiores en el marco de la pérdida. En otras palabras, en el marco de la ganancia, se encontró que los participantes tendían a elegir opciones más arriesgadas después de recibir la EET, mientras que en el marco de la pérdida, los participantes tendían a elegir opciones más seguras.
Los autores, además de confirmar que el córtex prefrontal dorsolateral sí está implicado en la toma de decisiones ante situaciones de incertidumbre, concluyen que estos resultados pueden ayudar a entender la toma de decisiones en medio de estas situaciones.
Quizás en un futuro no muy lejano llegue a ser normal que una compañía de trading exija que los aspirantes a cargos que implique la gestión de carteras importantes tengan que pasar primero por una prueba de “grado de aversión al riesgo” y que en el caso de no aprobarla, cuenten con la opción de “ajustar” su grado de aversión al riesgo mediante una sesión de estimulación eléctrica transcraneal. Evidentemente aceptar o no una condición de este tipo es en sí misma una decisión que implica también un riesgo para el aspirante ya que el aceptarla condicionaría no sólo las decisiones de trading sino todas sus decisiones en el futuro.
Pero más allá de estas hipotéticas posibilidades futuras, lo que si queda claro tras este estudio realizado por el equipo de investigadores chinos dirigidos por el Dr. Han Ye, es que en lo cotidiano, el córtex prefrontal dorsolateral juega un papel muy importante a la hora de tomar nuestras decisiones de trading, siendo razonable que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para conservar nuestro cerebro en perfecto estado no sólo cuando participemos en actividades o deportes que impliquen riesgo físico, sino también en cualquier circunstancia de la vida cotidiana tal como montar bicicleta, conducir o incluso comer, ya que la prudencia y la moderación con que realicemos estas actividades puede influir de forma directa o indirecta en esa impresionante zona cerebral que se encarga de tomar nuestras mejores decisiones de trading. Los lectores de Hispatrading Magazine que deseen conocer más detalles del estudio pueden consultar la fuente del mismo:
Hang Ye, Shu Chen, Daqiang Huang, Siqi Wang, Jun Luo, Modulating activity in the prefrontal cortex changes decision-making for risky gains and losses: A transcranial direct current stimulation study, Behavioural Brain Research, Volume 286, 1 June 2015, Pages 17-21, ISSN 0166-4328, http://dx.doi.org/10.1016/j.bbr.2015.02.037