Ideas de base en el desarrollo de sistemas.

Una idea de trading bien formulada es un punto de partida fundamental en la base de la construcciòn de un sistema de trading En nuestro anterior artículo hablábamos de que la única manera de responder con eficiencia, flexibilidad y rapidez al acelerado proceso de cambio en los mercados consiste en el diseño de un ciclo de producción de sistemas articulado en seis etapas (idea base, construcción, contrastación, implementación, gestión monetaria y seguimiento) de las que ofrecimos una descripción general. En la presente serie de artículos iremos detallando cada uno de estos, a nuestro juicio, elementos fundamentales en la hoja de ruta del trader. El filósofo Ortega y Gassett decía en su Historia como sistema que “las creencias constituyen el estado básico, el más profundo de la arquitectura de nuestra vida”. Todo lo que hacemos, pensamos y somos adopta la forma de ideas: Fragmentos de una inteligencia líquida, en permanente estado de construcción/deconstrucción. Las ideas se aniquilan, refuerzan o transmutan en el insondable océano de lo real. Sirven para hacer un barco, un amante perfecto o un sistema de trading. Ahora bien, ¿qué es lo real? Tranquilos, no se asusten. No estamos en un arrebato metafísico, solo tratamos de centrar el tema. Vemos; en el caso de los mercados la pregunta por “lo real”, desde un enfoque sistemático, parece muy clara: Todo aquello que es objetivable y deja su huella en los gráficos. Ya, pero en tal caso, nuestras ideas únicamente podrán confrontarse en el pasado. En series históricas más o menos largas de aquello que ya ha ocurrido y es poco probable que se repita de manera idéntica. Efectivamente. Las ideas que sirven de base al desarrollo de estrategias no son más que redes lógicas lanzadas al pasado para tratar de atrapar patrones cíclicos, regularidades y simetrías, en la esperanza de que la textura de las formaciones de precios permanecerá sin grandes cambios en el futuro. El verdadero potencial de estas ideas -y es aquí donde reside la mayor virtud del trading de sistemas- es que, una vez formalizadas y convertidas en el código de una determinada plataforma, pueden aplicarse de manera objetiva a un número ilimitado de datos históricos; incluso a series aleatorias de precios que simulen las condiciones cambiantes de los mercados. Los resultados estadísticos que obtendremos quizá no tengan un carácter plenamente predictivo. Pero, a falta de una bola de cristal o una máquina del tiempo, serán la mejor aproximación que podremos obtener. En el diseño de sistemas de trading podemos distinguir dos tipos de ideas: A) Ideas estratégicas: Aquellas que hacen referencia a la arquitectura general o tipo de sistema que vamos a desarrollar: tendencial, antitendencial, de patrones, de bandas de volatilidad… Estas ideas también definen el contexto de aplicación ( en nivel de cartera), el tipo de gestión monetaria a implementar y el marco temporal en el que vamos a trabajar (intradiario, diario, mensual). B) Ideas tácticas: Están relacionadas con los elementos funcionales de una estrategia concreta: subsistemas de entrada, de cierre de posiciones, filtros, etc. Son, en definitiva, las reglas específicas que afectan al comportamiento de un sistema al ser aplicado sobre un mercado.

1) CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS IDEAS DE TRADING

En el trading discrecional muchos operadores veteranos, a fuerza de años de experiencia y de comparar gráficos, acaban visualizando intuitivamente puntos de vuelta, zonas de congestión, tramos con mayor probabilidad de ruptura alcista / bajista o figuras de continuación. Algunos de ellos terminarán desarrollando un mapa mental de la operativa que, en la práctica, funciona como un sistema de trading. Sus ideas pueden constituir un buen punto de partida para sistematizar, siempre y cuando cumplan los siguientes requisitos: Por otra parte, de todas las ideas posibles, debemos elegir aquellas que mejor se adapten a un determinado perfil inversor. De nada nos servirá una idea genial para construir, por ejemplo, un sistema seguidor de tendencia sobre gráficos semanales cuando el destinatario tiene un capital de faena de unos pocos miles de euros. De igual modo, y desde una mentalidad conservadora, tampoco será muy útil una idea centrada en maximizar el net profit si, en el proceso, el sistema puede incurrir en un drawdown superior al 50%. En definitiva, una idea de base deberá ser consecuente, desde la lógica del inversor, al menos con estos tres condicionantes individuales: Capital disponible, aversión al riesgo y horizonte temporal de la inversión. En el primer caso, estaremos descartando aquellas ideas-fuerza cuya puesta en práctica requiera un consumo de capital superior a un nivel predeterminado. El capital disponible afecta a la viabilidad de una idea de formas muy distintas, limitando:
  • El time frame en el que va a poder operar el sistema. 
  • Los mercados o productos posibles.
  • El peso de cada sistema (número de contratos) en un portfolio.
  • Una diversificación adecuada a nivel de cartera.
En el segundo caso, estamos ante el componente psicológico fundamental que determina las diferencias entre inversores individuales. En un sistema de trading la aversión al riesgo adopta formas muy variadas: En tercer lugar, la idea base se verá afectada por el horizonte o marco temporal más apropiado para cada estilo inversor. Algunos operadores de sistemas se sienten cómodos con sistemas tipo swing en los que la vida media de una operación es de semanas y las estrategias no requieren una monitorización continua. En el otro extremo, están aquellas almas inquietas que no pueden pasar más de una hora sin ver operaciones cerradas. En este grupo de condicionantes también incluimos la disponibilidad horaria: Un alto porcentaje de los pequeños inversores independientes simultanean el trading de sistemas con otras actividades laborales, por lo que el desarrollo de estrategias compatibles con su actividad diaria constituye un factor relevante.

2) IDEAS ESTRATÉGICAS EN EL DISEÑO DE SISTEMAS.

Las ideas estratégicas surgen de forma natural al acercarnos a los mercados financieros. El mero hecho de observar el gráfico de un activo implica que asumimos que existe algún tipo de información aprovechable en el histórico del mismo. Es muy importante percatarse de que nuestras creencias sobre la dinámica del mercado afectan decisivamente en la forma que tenemos de aproximarnos al mismo. Podríamos decir que existen 3 creencias básicas: A) Paseo aleatorio (Random Walk): El precio describe un movimiento aleatorio. En este caso cualquier análisis de los datos pasados carece de valor predictivo y no es posible inferir la evolución futura del precio. Tampoco tiene sentido observar si ciertos patrones generados en el pasado son más o menos probables en el futuro. B) Paseo aleatorio + Señal Tendencial: El precio describe un movimiento aleatorio que enmascara un movimiento Tendencial de fondo. Esta creencia implica que mediante el análisis de las series de datos, podríamos ser capaces de determinar dicho carácter tendencial y aprovecharlo. La disciplina del Análisis Técnico, en su faceta cuantitativa, trata de describir métodos y técnicas con ese fin. Aquí surgen el uso de medias, osciladores, rangos de actividad de los precios, etc. C) Paseo aleatorio + Señal Tendencial + Patrones: En este caso, añadimos otro nivel de complejidad. La creencia presupone que además de lo anterior, existen patrones en la formación de los precios que se repiten de forma recurrente y que por tanto serían explotables. La versión cualitativa del Análisis Técnico hace aparición en esta creencia, dando lugar al “Chartismo”. Los sistemas de trading se basan en las creencias b) y c). Existen mecanismos de inversión para la creencia a), pero están más enfocadas a técnicas de gestión monetaria que al mecanismos de posicionamiento en sí mismo. Las estrategias que se desarrollan en base a Paseo aleatorio + Señal Tendencial, los cuales presuponen que existe cierta dependencia serial en los precios de los activos, dan lugar a dos tipos principales de Sistemas de Trading: 1) Seguidores de Tendencia: Aquellos que se intentan beneficiar de una deriva sustancial en los precios. Dentro de esta categoría podríamos hablar de : a. Sistemas basados en medias móviles Estos sistemas utilizan una herramienta de filtrado de las serie de datos cuyo fin es eliminar el ruido de la misma. b. Rotura de Rangos Este tipo pretende posicionarse cuando el precio rompe un canal de actividad en el que estaba inmerso. El principio subyacente es que se asume que el precio se mueve entre niveles creando tendencias. Durante el tiempo en el que el mercado no cambia de nivel de precios, éste no está estático, sino que forma un canal o banda en un movimiento antitendencial más o menos prolongado. c. Rotura de Volatilidad Está basado principio de expansión y contracción de la volatilidad de los precios, fases de baja volatilidad que preceden a fases de alta volatilidad de forma cíclica. Se posicionan cuando se detecta un cambio sustancial en la volatilidad del activo y en el sentido en el que el precio se esté moviendo. d. Sistemas basados en el Momentum Presupone que existe dependencia serial y que los precios se moverán en el mismo sentido una vez se haya iniciado una tendencia. Este tipo de estrategias miden la fuerza de la tendencia y se posicionan a favor de la misma. 2) Antitendencia: Cuando la deriva de fondo es escasa o nula. Aquí podemos hablar , por lo general de: a. Sistemas basados en osciladores: Intentan aprovechar el concepto de regresión a la media. Para ello se desarrollan herramientas que determinan si el valor está sobrevendido o sobrecomprado con el objeto de invertir en sentido contrario al del movimiento que ha generado dicha situación. En cambio, los sistemas que tienen como principio motriz la creencia en la recurrencia o comportamiento cíclico del mercado, conlleva el diseño de estrategias del tipo “Patrones de Precios” Por lo general, este tipo de sistemas se basan en conceptos que en muchas ocasiones son difíciles de definir cuantitativamente, pueden ser figuras que “dibujan” los precios. El principio que subyace en este tipo de creencia es que el mercado es cíclico debido a que está gobernado por humanos que a su vez están dominados por unas emociones inherentes a los mismos y por tanto en la psicología de las masas, la cual se presupone que es inalterable en el tiempo. Algunas de estos patrones indican continuación de una tendencia ya existente o por el contrario pueden indicar cambios en la tendencia ya establecida. La complejidad de establecer reglas claras de actuación (muchos son de una subjetividad pasmosa), en muchas ocasiones, conlleva que el diseño de los algoritmos sean, a su vez, muy enrevesados y con un número muy elevado de parámetros. Existen, sin embargo ciertos patrones que son sencillos de codificar, tales como aquellos basados en los gaps de apertura, formación de velas, etc. Debemos tener en cuenta que la adicción de complejidad en nuestras presunciones acerca del comportamiento del mercado conlleva, irremediablemente, la falta de robustez en las estrategias diseñadas. Muchos prejuicios y muchas creencias sobre cómo se comporta el mercado son malos aliados a la hora de diseñar Sistemas de Trading los cuales, por lo general, se diseñan pensando en que deben durar cuanto más tiempo mejor y por ello se enfocan en la generalidad y sólo cuando se es experimentado, en la especificidad.

3) IDEAS TÁCTICAS EN EL DISEÑO DE SISTEMAS.

Una vez que hemos determinado cuál es la idea estratégica que vamos a emplear para aproximarnos a los mercados, el siguiente paso, será establecer las reglas concretas que vamos a utilizar para desarrollar un sistema que tenga por objeto aprovechar los movimientos deseados. Por regla general, la composición de un sistema puede dividirse en tres bloques básicos, que a su vez contendrán las ideas tácticas de la estrategia: Tácticas de Entrada: Las tácticas de entrada determinarán el modo concreto que utilizaremos para abrir posiciones en el mercado. Vamos a suponer que, como idea estratégica, hemos decidido emplear un método seguidor de tendencia basado en Medias Móviles. En este caso, las tácticas de entrada podrían definir por ejemplo los siguientes puntos; si abriremos posiciones cuando se produzca un cruce entre medias de diferentes recorridos, si en vez de esto esperaremos a que se produzca un retroceso posterior al cruce, el tipo de medias móviles a emplear, el tipo de orden que utilizaremos, si utilizaremos Triggers, si utilizaremos algún método para confirmar las señales, como un incremento en el Volumen, etc. En definitiva especificarán las condiciones exactas que tendrán que ocurrir en los precios para que el sistema se posicione en el mercado. Filtros: La inclusión de filtros es sin duda, un punto fundamental en el diseño de una estrategia. En la gran mayoría de las ocasiones, especialmente en sistemas de tipo intradiario, la expectativa del sistema cambia de forma drástica dependiendo de los filtros incluidos. La implementación de los filtros adecuados puede hacer que un sistema conceptualmente mediocre pase a mostrar unos buenos resultados o viceversa. Los filtros tienen por objetivo elevar la expectativa de la estrategia, haciendo que las señales sean o no sean realizadas dependiendo de las circunstancias del mercado. Podríamos decir que un filtro nos da luz verde o luz roja para efectuar las operaciones dependiendo de dichas circunstancias. Por ejemplo, podríamos utilizar un filtro de volatilidad para impedir que un sistema intradiario, basado en el seguimiento de la tendencia, abra posiciones cuando la volatilidad fuese excesivamente baja. Esto exigiría que hubiese una volatilidad mínima suficientemente amplia como para intentar aprovechar ciertos movimientos. Un filtro comúnmente empleado en métodos seguidores de tendencia consiste en exigir que únicamente las operaciones sean realizadas cuando el indicador RAVI (desarrollado por Tushar Chande) esté por encima de un cierto nivel. Esto hace que únicamente se abran posiciones cuando el mercado se encuentre en plena fase de tendencia, y así se evite posicionarse en periodos de consolidación. El número de filtros y variaciones que podemos implementar en un sistema es prácticamente infinito. Tácticas de salida: El último paso en el planteamiento del diseño de una estrategia consistirá en definir cuáles son las tácticas de salida que vamos a emplear. Para cerrar posiciones en un sistema tendremos tres tipos básicos de salidas: a) Profit Targets: Este tipo de salidas cerrarán aquellas operaciones en las que se haya alcanzado un cierto beneficio. En este caso, si decidimos emplear este tipo de salida, como táctica deberemos definir; cómo ese objetivo de beneficios será calculado, y cuál será el tipo de orden que emplearemos para cerrar la posición. A modo de ejemplo, podríamos cerrar posiciones largas cuando se alcanzase una orden limitada, situada en nuestro punto de entrada, más tres veces la distancia resultante entre la banda superior e inferior de las Bandas Bollinger. b) Trailing Exits: Una vez que la posición ha alcanzado un cierto beneficio podríamos utilizar algún tipo de mecanismo para protegernos ante giros en el mercado, y al mismo tiempo, ir subiendo ese nivel de protección a medida que la operación va generando mayores beneficios. Esto es lo que haría exactamente este tipo de salidas. La gran ventaja que ofrecen es que harían que las posiciones no fuesen cerradas hasta que se hubiese detectado un giro en los precios. Si empleamos este tipo de estrategias, como idea táctica deberíamos definir sus reglas exactas, por ejemplo, podríamos cerrar la posición con una orden a stop situada en el máximo valor que se haya alcanzado dentro de la posición, menos dos veces el valor del indicador ATR. Este tipo de estrategias fueron originariamente popularizadas por J. Welles Willder en su clásico New Concepts in Tecnical Trading Systems. c) Stops de protección: Como mecanismo de seguridad todos los sistemas deberían llevar incorporado un Stop protección que obligue a cerrar las operaciones en las que se haya llegado a alcanzar un nivel de pérdidas determinado. La táctica de salida podría definir, por ejemplo; si este Stop estaría basado en términos monetarios, en términos porcentuales, ajustado a la volatilidad del mercado, etc. En definitiva las ideas tácticas definirán exactamente el modo en el que vamos a intentar aprovechar los movimientos de los precios. Como podremos imaginar, el número de tácticas y variaciones que podemos emplear es prácticamente infinito. En el desarrollo de una estrategia, el diseño de tácticas de entrada, filtros, y tácticas de salida adecuadas, es un proceso que debe ser realizado minuciosamente, ya que independientemente de la validez de la idea estratégica empleada, la elección de una u otra táctica a menudo conllevara notables variaciones en los resultados del sistema.